Hace más de doce años, cuando aún vivíamos en Barcelona, buscábamos una alternativa más ecológica al agua embotellada. Habíamos probado una fuente de ósmosis y una Brita, pero no terminaba de convencernos ninguna. Una tarde, en la Fira de la Terra descubrimos por casualidad las fuentes con filtro de Stéfani. Compramos una, sin imaginar que ese gesto nos conectaría con el momento presente.

Con los años, aquella fuente pasó de ser un objeto práctico a formar parte de nuestro paisaje cotidiano. Nos acompañaba en cada momento de nutruición, en cada conversación alrededor de la cocina.

El destino quiso que, años más tarde, nos mudáramos a Argentona, un pequeño pueblo del Maresme, a hacer crecer nuestra familia - momento de la foto 😉 -. Y allí nos llevamos también nuestra fuente. Lo que no sabíamos es que en ese mismo pueblo vivía el importador de Stéfani de aquel momento en España. Seguíamos comprando los filtros de recambio, y siempre nos acercábamos a buscar filtros para toda la familia - que también compraron sus fuentes de agua tras conocer la nuestra -, así que con el tiempo, nos acabamos conociendo.

Mientras tanto, nuestra familia seguía creciendo... y también nuestra conexión con esa fuente, que sin darnos cuenta empezó a tener nombre propio: "La Stéfani".

Y así, casi sin quererlo, ese humilde filtro de cerámica pasó a ser mucho más que un objeto: se convirtió en un elemento que articulaba la vida en nuestra cocina, un símbolo de cuidado, de conexión con la tierra, de constancia y de elección consciente.

Un día, conversando con Toni —el distribuidor anterior de Stéfani—, surgió la posibilidad de continuar con su labor y hacernos cargo de la distribución de las fuentes y filtros. No era una idea nueva; hacía tiempo que rondaba por la cabeza de Ferran. Y aquel día, todo cobró sentido.

Porque vender un producto que ha formado parte de tu vida durante más de una década es saber que vendes confianza. Es compartir aquello que amas, aquello que sabes que funciona y transforma hogares.

Las fuentes Stéfani tienen algo especial. No sabemos si es el alma de las personas que las fabrican en Brasil, con mimo y de forma artesanal... o sus materiales naturales, ancestrales, portadores de historia. Lo que sí sabemos es que no son solo filtros de agua. Son objetos con algo más, con identidad. Y para muchos, terminan siendo parte esencial de su hogar.

Y así nace este proyecto "La Stéfani", en honor a nuestra historia de amor cotidiana, una historia real, de crecimiento y conexión profunda con nuestros valores, y de un deseo sencillo y honesto de compartir lo que de verdad funciona, y lo de verdad importa.

GRACIAS por seguir haciendo crecer esta bonita historia.

Idoia y Ferran, fundadores de LaStefani.com